sábado, 14 de febrero de 2009

ALGUIEN ARRANCÓ UNA FLOR

Triste. Muy triste. Ha vuelto a suceder. Después de veinte días de intensa búsqueda, Marta del Castillo, según la declaración de su novio, ha muerto. Él mismo la asesinó.
Muy triste la noticia por cuanto ella era una niña de apenas 17 años. Y no por ser de esa edad o de cualquier otra, nadie tiene porqué acabar así. Ni de ninguna manera.
La violencia de género está entrando en una espiral cada vez más sin sentido. Salvaje, horrible, cobarde y machista.
Son los criminales más radicales. Los que aplican la razón de la fuerza y no la fuerza de la razón. Los prepotentes y los amparados por esta flexible ley que, en bastante, les protege.
Siento un verdadero dolor por la familia que en estos momentos está pasando por el tremendo trance de ver cómo un familiar lleno de vida y de juventud, es arrancado de cuajo del seno familiar. Y de un grupo de amigos que ahora estarán con el corazón roto por tremenda tragedia.
Y siento pena, verdadera pena por los familiares del asesino. Posiblemente no sean culpables directos, pero en la enseñanza que inculcan a sus hijos o mejor dicho, en las negligencias que hubo son parte de culpa de un desenlace así.
“Ya tiene veinte años y es mayor de edad”. Es una frase que solemos decir con demasiada frecuencia. Nunca serán los hijos mayores de edad para los padres. Siempre debemos corregir e increpar constantemente.
Ha vuelto a suceder y lo más increíble es que nadie se podría imaginar que algo así pudiese ocurrir. Nadie piensa que un familiar suyo pueda matar a una persona.
Y ocurre.
Todos somos humanos y nadie escapa a semejante acción. Pero la maldad y la temeridad requieren de una enorme dosis de cobardía. Cobardía por cuanto no supo afrontar una adversidad con la madurez que demanda ese hecho: verse desplazado.
Cobardía por aliarse con alguien para sacar a la joven de su casa, quién sabe con qué pretexto, demostrando así su inmadurez y su alevosía.
Estoy con la familia de Marta del Castillo. Mi más sincera condolencia desde este blog y espero que esta macabra acción termine definitivamente, primero con el culpable en la cárcel hasta el fin de sus días y por último con esta injustificada lacra que solo lleva al desconsuelo y desesperación de toda una familia.

1 comentario:

Delars dijo...

Y lo que es peor, Guillermo, lo mas increibles: que es un chico joven.

Saludos.