miércoles, 21 de enero de 2009

HOLLIDAY & LONG PLAY

A veces me da por recordar tiempos muy pasados. Principalmente por dos motivos. El primero, porque a nadie se le escapa el pasado sin más. Siempre queda algo en que tu memoria hace un alto y vas pasando la película de aquél tiempo con nostalgia. La segunda motivación es para que se ejercite la memoria y no caigamos en manos del maldito alemán. Conozco, por desgracia, muchos casos en los que el tito alemán se ha afincado en sus hogares y, además de ya tener que vivir con él hasta que se acaben tus días, suele ser una carga para los que la sufren.
Pero dejemos estos temas. Recuerdo con bastante melancolía algunos meses de mi existencia que tuve la suerte o desgracia –eso ya cada cual puede sacar su conclusión- de vivir.
Nos tendríamos que remontar a los años 70. Concretamente a fines de esta década. En el año 1979. En esa época me tocó sufrir el desempleo, a pesar de que por mi profesión –Técnico de Obra- podría pensarse que estaba en auge. En el estudio de arquitectura en el que entonces trabajaba –Rafael Arévalo Camacho- fue decayendo y no porque no fuera de prestigio. Simplemente porque desde la muerte de Franco su favoritismo en el Ministerio de la Vivienda fue desapareciendo mientras que iba tomando fuerza la democracia.
Mi gran hobby era y es todavía hoy la fotografía. Así que en ese tiempo que duró el desempleo, mi único medio de ingresos era ése. Hacía reportajes de Bodas, Bautizos y de Comuniones, vamos, que era un reportero gráfico de la B.B.C.
No sé cómo ni cuándo ni en qué circunstancias conocí a Manolo Carrascal. Creo que me lo presentó Agustín Navarro, por entonces locutor de Radio Guadalquivir. Éramos grandes amigos y mantuvimos durante mucho tiempo esa amistad hasta que poco a poco fuimos alejándonos, él, porque tuvo problemas con el director de esa radio y su situación era en ésa muy tensa y yo porque tomé otro rumbo. Pero mientras esta amistad duró vivimos grandes días.
Se había inaugurado la discoteca Holliday en la calle Jesús del Gran Poder y, el dueño Felipe Ruiz Melgarejo, me “contrató” cómo fotógrafo y también cómo algo así a Relaciones Públicas. Puesto en ello, mi principal objetivo era dar a conocer donde pudiera la discoteca. Comenté a Manolo Carrascal la idea de hacer una especie de show radiado, de manera que pudiera estar a cargo de la locución Agustín Navarro, de cante flamenco y de concurso de baile para academias. Me puse en contacto con gente que conocía, como José Luis Segura, gran torero y que conocí en los tiempos de la mili en el calabozo, precisamente en un arresto que traíamos ambos del campamento-por buenos-, con José González, igualmente en el calabozo, jugador que fue del Betis y que le llamaban el “Pirri de Segunda”, con Biosca, jugador del Betis, Adelita Domingo, profesora de canto, Paco Palacios “El Pali” y un largo etc de personajes con los que tuve un estrecho contacto. Pero para eso, también deberíamos encontrar a alguien que soportara los gastos y a la vez, hacerse publicidad. Recuerdo que por causalidad me enteré que en el Polígono Industrial de la Carretera Amarilla se había ubicado un laboratorio de perfumes llamado “Long Play”. No sólo se hizo cargo de los costes del concurso, sino que además me hizo un encargo para fotografiar los frascos de perfumes y colonias.
También era preceptivo, en la misma hora en que se retransmitía el concurso, hacer un inciso y entrevistar personas de entre el público para la publicidad en directo de esta marca. Cómo en todo, los que iban a ser entrevistados, previamente habían sido untados por el director de la marca con algún “regalito”, además de haber entregado a todos los asistentes paquetitos de toallas perfumadas para que, al entrevistarles, pudieran tener un conocimiento más profundo del producto. Por mano del demonio, cuando Agustín Navarro fue a entrevistar a uno del público “untado”, alguien de su lado cogió rápidamente el micrófono y soltó: “Este perfume es una verdadera mierda, tío. No me lo echo ni regalao. ¡Vaya porquería!”… (continuará)

1 comentario:

Delars dijo...

Hola, Guillermo. Gracias por cambiar el color del texto. sigo pinchando.